martes, 28 de agosto de 2012

Todavía no sé por qué escribo esto. A vosotros no os interesa una mierda, pero este blog siempre ha sido mi pozo de desahogo personal, así que voy a utilizarlo. Podéis hacer con ello lo que os de la gana.

Vengo a hablar de lo que se me da peor en esta vida, y mira que son muchas cosas las que hago mal, pero en esta precisamente la cago más que en cualquier otra. Nunca se me han dado bien las relaciones.

Podría contar todas las veces que la he cagado por hacer lo que no debía, ya sabéis. Lo típico de encoñarte de quien no debes, de quien no quieres o de quien simplemente pasa de tu puta cara. Qué le voy a hacer... soy otro gilipollas más.
Podría contar todas las cosas buenas que me han pasado estando con alguien con los dedos de una mano, y me sobraría...

Pero contaré donde creo que está el problema, que al fin y al cabo, es mi manera de desahogarme aunque dudo que encuentre la solución así, pero en fin...

Supongo que esto es una muestra de completa inmadurez, pero hay días como hoy en los queme harto de ser quien soy. Sé que hay gente que está peor que yo, y sé que debería estar agradecido por lo que tengo, pero yo no quiero todo esto, yo quiero ser feliz, y si para eso tengo que renunciar cuanto tengo por alguien lo haré. Pero parece que la vida no está de acuerdo con mis metas.

A lo mejor, una de las veces en las que la cagué se me pasó la oportunidad de mi vida y no volveré a tener otra... y seguramente sea así.

¿Y por qué se me dan tan mal? Porque fuerzo muchísimo las cosas. Las llevo al límite, soy de los que quieren todo o nada. No lo hago a propósito, simplemente es mi forma de ser.

Supongo que a lo mejor conseguiría algo si forzase menos las cosas, pero muchos días me levanto y al mirarme al espejo pienso en las pocas posibilidades que tendría si no las forzara. Es una mierda.

Y bueno, eso. Que ya me he desahogado, siento haberos hecho tragar esta mierda.

Nada, hasta luego perrazos. Y perdón otra vez.

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