miércoles, 18 de julio de 2012

Un día de estos...

Un día de estos el suelo se caerá bajo tus pies, tus pulmones fallarán, tu corazón se parará y tu vida se apagará. Un día de estos te robarán lo que más quieres, te romperán el corazón y te robarán el orgullo.Un día de estos los relojes se pararán, y el tiempo no valdrá nada.

Algún día todo por lo que has luchado en esta vida dejará de ser tuyo, no volverás a ver a nadie que te importe nunca más. No sentirás ni dolor ni alegría, ni rabia ni tristeza, ni paz ni guerra. No serás.

Pero puedo apostar por lo más sagrado que conozcas que hoy no es ese día, que esto todavía no se ha acabado, que esta vida es larga porque aún quedan muchas cosas por hacer antes de terminar a dos metros bajo tierra.
Hay personas a las que conocer, amar y odiar. Hay momentos que vivir, hay sangre y lágrimas que derramar.

Pero hoy no es ese día. Hoy es el día en el que te das cuenta de lo que de verdad quieres en esta vida, hoy es el día en el que renaces de tu propias cenizas. Hoy es el día en el que te levantas del suelo, a sabiendas de que pronto te volverás a caer. Pero eso ya no importa, hoy eres tú, y ni el asfalto más duro podrá cambiar eso, ni el hijo de puta más ruin que pase por tu vida podrá arrebatarte esa sensación. Es tuya.

Puede que ese "Hoy" llegue más tarde, o más pronto. Puede que llegue en tu último día. Pero la vida, en su esencia, solo dura un segundo. Lo demás es de
 relleno.

Acuérdate de esto, porque cada vez que sonrías, cada vez que ames, cada vez que llores de alegría, le ganarás una batalla más a la muerte. Y sé que es una batalla de una guerra que perdiste en el momento de nacer, pero ese no es el objetivo. El objetivo es ser un rival digno de la muerte cuando venga a buscarte, de ver el sudor en su rostro por el agotamiento que ha supuesto derrotarte, y tu sonrisa rota, por saber que fuiste un enemigo digno.

Sé que es difícil, pero no es imposible, algún día vivirás como tú quieras. Te lo garantizo.

Y un tiempo después de ese "Hoy" en el que renaciste, te detendrás. Te pararás en medio del camino. Mirarás primero al cielo, y luego mirarás hacia atrás. Y recordarás que te llevó hasta este punto. Después mirarás hacia delante, y poco te importará lo que veas. Y finalmente mirarás el sitio en el que te encuentras, sonreirás como solo saben sonreír los niños y reirás como solo ríen los locos. Y echarás a correr hacia delante, feliz y tranquilo.

Porque sabes que has llegado hasta allí por tus propios medios, que no has necesitado nada que te defina más que tus propios pasos sobre el camino. Que eres tú, y eso es lo más importante.

Así que sal ahí, y ama, ríe, sueña y sé un desafío para los demás. Y así serás quien tú quieras ser.

Y te aseguro, que si en algún momento del camino estás cansado, roto o desorientado, creo que habrá un vagabundo cerca, que te tenderá la mano y te animará a seguir adelante. Ese vagabundo puede que sea yo, y nada me haría más feliz que haberte ayudado.

Porque al fin y al cabo, nadie necesita la vida perfecta si tiene la alegría de ser feliz mientras viva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario